noviembre 23, 2020 Raquel Sanz

Todavía no

El lenguaje crea realidades. El cómo nos hablamos a nosotros mismos, determina nuestros resultados. Siendo más detallistas, podemos decir que el cómo interpretamos lo que nos pasa, genera una emoción, y desde esta actuamos de una forma u otra, obteniendo un resultado determinado.

Y un ejemplo de esto es el poder que tiene sobre nosotros el decirnos ante un reto “no se” o “todavía no se”.

Sobre esto trabajó la psicóloga Carol Dweck, quién definió dos tipos de mentalidades:

  • Mentalidad fija: asume que la inteligencia, creatividad y habilidades son algo que nos es dado al nacer y que no pueden ser modificados de ninguna forma.
  • Mentalidad de crecimiento: tienen la convicción de que toda habilidad, creatividad o inteligencia, puede ser desarrollada  mediante entrenamiento, con buenas estrategias, con aprendizaje, buenos profesores y otros recursos.

Si ante una dificultad piensas que no sabes, que no eres capaz, estás ante un callejón sin salida y es lógico sentir frustración y miedo. Sin embargo, con un «todavía no se» puedes entender que estás  en proceso de aprendizaje  y se abre un camino hacia el futuro.

No poder ahora, no significa no poder nunca.

No poder ahora, significa no poder, todavía.

Este nuevo enfoque ha redefinido los conceptos de esfuerzo y de dificultad. En una mentalidad fija, el esfuerzo y la dificultad tiene un efecto negativo en las personas, haciéndolas sentir estúpidas e impulsándolas a renunciar.

Sin embargo, en una mentalidad de crecimiento el esfuerzo, el aprendizaje y la creación de estrategias ante la dificultad hacen que las neuronas formen nuevas conexiones y mejoren nuestras capacidades. En otras palabras, el esfuerzo y las dificultades forman parte del proceso de aprendizaje y mejora de nuestras habilidades, por lo que son vistos como una ayuda.

La mentalidad de crecimiento pone su foco en el proceso de aprendizaje como instrumento para mejorar nuestras habilidades.

Contrariamente a lo que algunos entendieron de la teoría de Carol Dweck, el esfuerzo es importante, pero no es el fin en sí mismo. Se trata de utilizarlo como un instrumento más en el proceso de desarrollo, junto con estrategias, ayuda, colaboración, apoyo y otros recursos.

Cuidado, la mentalidad de crecimiento no significa que todos vayamos a ser genios en cualquier materia, sino que con esfuerzo, estrategias y aprendizaje podemos desarrollar nuestras habilidades.

Que haya personas que puedan hacer algo muy bien de manera natural no significa que nadie más pueda hacerlo igual de bien con la motivación, esfuerzo y aprendizajes adecuados.

Desarrollar una mentalidad de crecimiento, que se motiva ante los retos y las dificultades, es fundamental en esta nueva era en la que los cambios y la incertidumbre son una constante.

Para mi es muy liberador. Ante una dificultad me digo “Todavía no se”, y esto me hace sentir una gran motivación e ilusión por seguir aprendiendo e incorporando nuevas habilidades. Te invito a probarlo.

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