octubre 28, 2020 Raquel Sanz

Taller introducción a la gestión emocional para profesionales y directivos

Fecha: 23 de octubre 2020
Lugar: El Molí Lab

La gestión de las emociones es sin duda, un aspecto a tener muy en cuenta en todos los ámbitos de nuestra vida, tanto personal como profesional.

De hecho, según indican varios estudios, la inteligencia emocional es mucho más determinante en la vida de una persona que su coeficiente intelectual.

El pasado 23 de Octubre, Manuel Eslava y yo, tuvimos el placer de compartir nuestra pasión por la gestión de las emociones con un grupo de profesionales y directivos.

Quisimos crear un espacio de confianza en el reflexionar entorno a la gestión emocional desde un punto de vista conceptual y con ejercicios de autoconocimiento, ya que la buena noticia es que las habilidades incluidas dentro de la inteligencia emocional se pueden trabajar.

Los participantes tuvieron ocasión de parar y reflexionar sobre cuestiones como:

¿Qué son para ti las emociones? ¿Qué emociones puedes nombrar? ¿Crees que hay emociones positivas y negativas? ¿Qué emoción evitas mostrar? ¿Qué emoción crees que contagias?

Compartimos la idea de que todas las emociones tienen un para qué, nos traen un mensaje, y es muy importante que lo escuchemos.

Hicimos un recorrido por las ocho emociones que consideramos básicas: rabia, tristeza, alegría, sorpresa, asco, miedo, confianza y amor.

Para los participantes fue un descubrimiento conocer la intención positiva de cada una de ellas, y lo importante que es tomar consciencia de cómo se manifiestan en nuestro cuerpo.

Otro punto de interés fue saber qué hacer con ellas. Nuestra propuesta es: tomar consciencia, aceptarla, regularla, indagar en el mensaje que me trae y decidir qué acción quieres tomar.

En la última parte del taller, los participantes hicieron un ejercicio entorno a los miedos en la toma de decisiones, pasando por diferentes escenarios según el juego al que estemos jugando; jugar a ganar, jugar a perder, jugar a no perder, jugar a no jugar.

“Se me ha hecho corto”, “Me he dado cuenta de que hay emociones que no me permito” “He tomado consciencia de que estoy jugando a no perder”, fueron algunos de los feedbacks recibidos tras el taller.

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