Las distancias cortas
El pasado jueves tuve la suerte de poder asistir a la conferencia que impartía Elsa Punset con motivo del inicio del curso del Club de RRHH de Castellón, gracias a la invitación de Juan Antonio Camaño.
Fue un gusto escuchar a Elsa en vivo y en directo, hablando de lo que tanto sabe. La conferencia trataba de cómo es el ser humano en sus tres dimensiones: cuerpo, mente y emoción.
En el escenario, Elsa es capaz de transmitir sabiduría, cercanía, humor además de cariño y amor. Sin embargo, no es esto lo que más me ha marcado tras la conferencia; lo que realmente me ha dejado huella es lo que viví después, es ella en la distancia corta.
Gracias al atrevimiento de Juan, nos pusimos en la cola de firma de libros, pero sin libro, con el objetivo de hacernos una foto con ella. Yo sentía un poco de incomodidad por acercarme a ella y no haber comprado el libro, pero cuando lo hicimos, Elsa consiguió en un segundo transformar esa incomodidad en alegría y liviandad.
Cuando Juan le dijo “no tenemos libro, queríamos una foto contigo” su respuesta inmediata fue: “qué bien, así puedo descansar un poco de escribir”, y consiguió provocarnos una sonrisa espontánea que se refleja en la foto que nos hicimos.
Después de la foto, nosotros tratamos de irnos rápidamente para que pudiera seguir firmando, porque había cola y eran ya casi las diez de la noche, pero ella comenzó a hacernos preguntas. Cómo nos llamábamos, a qué nos dedicábamos y tuvo algún comentario natural y amable mientras nosotros respondíamos.
En todo momento me transmitió con su mirada, con su atención, con su tono de voz e incluso con su corporalidad, mucha cercanía, humanidad y un interés genuino hacia nosotros. Interpreto que todo ello era simplemente por el mero hecho de ser seres humanos y su amor hacia “nosotros” como personas y como especie.
Cuanto tengo la oportunidad de conocer en la corta distancia a personajes públicos y veo coherencia entre lo que transmite desde el escenario o desde las redes y lo que transmite en persona, me genera una sensación de paz y bienestar, además de sentir mayor admiración profesional que incluso antes de conocerla.
En definitiva, más allá de lo que uno sepa, creo que lo que más llega a las personas es la coherencia y la calidad humana que transmite.
Gracias, Elsa por enseñarme tanto.
